martes, 24 de agosto de 2010

Visión pragmática de la educación médica.

Desde principios del pasado siglo, las posturas epistemológicas de algunos autores influyeron de manera decisiva en la adopción del modelo de educación médica tradicional, mismo que llevó a la orientación biologicista del binomio salud-enfermedad, a la fragmentación del conocimiento y dio lugar a las superespecialidades, desligando estos elementos del contexto social, económico, político, es decir humano. La ambición detrás de todo proceso educativo instituido es llegar al conocimiento que permita transformar la realidad en la que una sociedad se desenvuelve, desde luego en su provecho. Es necesario en el caso de la educación médica institucional, que los alumnos desde una comprensión de la realidad total, no solamente observen, imiten y atiendan a los pacientes, sino que a través de la puesta en marcha de mecanismos de pensamiento complejo se habitúen a percibir problemas, a analizarlos, a sintetizarlos, a evaluarlos y a decidir la mejor opción sobre bases racionales. Hoy, la educación médica formativa dentro de la institución está más cercana al aprendizaje de un oficio que a la adquisición de una ciencia.El modelo educativo médico institucional es en su concepción similar al sistema educativo nacional tradicional, escenario donde el alumno es un receptor de información,el profesor un transmisor de la misma, sin que exista la posibilidad del acto reflexivo que,en el caso de los médicos,considere elementos más allá de lo puramente biológico,y sin que se despliegue la potencialidad creativa y de investigación del alumno para generar nuevo conocimiento.
Gustavo Cumplido-Hernández Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2009; 47 (2): 171-178

domingo, 22 de agosto de 2010

Lectura crítica de textos teóricos.


Actualmente nos encontramos ante una sociedad caracterizada por la pasividad y el consumismo, donde la crítica se aleja de ser la directriz de nuestras actuaciones, predominando la tecnicidad y la falta de reflexión en la relación del hombre con el mundo. La educación ,por su parte, contribuye en la preservación de este ambiente pasivo, ya que obedece a ciertos intereses de las clases dominantes y reproduce las relaciones sociales de producción existentes.
Sin embargo, para trascender la realidad que nos rodea y actuar de un modo más participativo con el mundo, se requiere reflexión y una actitud cuestionadora; en este sentido, el hombre es considerado no como un objeto de producción, sino como un ser capaz de transformar y crear el mundo con su acción. Para lograr lo anterior ,una posibilidad real es la perspectiva educativa promotora de la participación ,diferente a la tradicional y con fundamento epistemológico en la crítica de la experiencia ;con un ambiente en el cual el papel del profesor es orientar, motivar y privilegiar el protagonismo del conocimiento de los alumnos.
Nidia C. Castillo-Medina et al. Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2009;47(2): 165-170

sábado, 21 de agosto de 2010

La enseñanza de las profesiones médica y quirúrgica hacia el final del régimen colonial.

Al inicio de la Independencia existían en México tres escuelas donde podían instruirse los médicos y cirujanos. La Facultad de Medicina de la Universidad de México era la más antigua y también la más tradicional. En ella dominaba el modelo humoral de cuyo equilibrio dependía la salud; estaba sustentado en un conocimiento de corte medieval y con base en el método escolástico. A finales del siglo XVIII, la Nueva España se incorporó al movimiento de la Ilustración, con lo que se inició una apertura intelectual y de florecimiento científico. La Botánica se incorporó al currículo de la Facultad de Medicina y los estudiantes pudierón acercarse a la disección y a nuevas teorías médicas, pero, sobre todo, a otro modelo de enseñanza, ello a través del Real Colegio de Cirugía, institución que se creó en este periodo.
Verónica Ramírez-Ortega.
Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2010;48(2): 159-162

El papel humanizante del médico.

Se presenta un análisis crítico de la sociedad actual y se hace un primer énfasis en la necesidad humana de generar dominio entre los iguales, así como el sentido de competencia y división consecuentes. También se aborda el proceso de deshumanización propiciado por la civilización y el paradigma laboral de nuestros días, y la débil justicia social que la desigual repartición de la riqueza ha propiciado. En tercer lugar se advierte que el profesional de la salud de la actualidad no ha escapado de la presión sociocultural y la postura neoliberal posmoderna. Se discute sobre el papel humanizante que tiene el médico en la sociedad y la pertinencia del ejercicio filosófico en su actuar cotidiano ante la fragilidad humana. Finalmente ,se sugiere una alternativa de reposicionamiento del médico ante si mismo y la sociedad.
Héctor T.
Sevilla-Godínez,
Elizabeth Sevilla.
Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2010;48(1):87-90